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miércoles, 22 de julio de 2015

Instrumento

Tú el hombre escondido
Tú quien desea arreglar mi mente
No te preocupes por mí
Hoy que te encuentras ausente

Te arrastrabas alrededor de mi cama
Porque decías tener miedo
Podías oler mi sangre
Podías saborear mi carne
  
Podría escuchar de razón
O dejar que me siga quemando
Perdida en la frialdad de tu mente
Ausente en la calidez de tus brazos

Me niego
A seguir escribiendo tú historia
Me aterra la idea de continuidad
¿Alguna vez te sentiste triste?
Lo veo, hoy que decidí flaquear


Me encuentro cayendo de nuevo
Siempre en el mismo lugar
Debo tomar otra senda
Pero siempre decido regresar
  
Deseo que la vergüenza te queme
Que la duda te sumerja en el mar
Llegará el día, espero
En que este cuento terminará


Has de conseguir la cuerda
Que abrazará tu cuello dulcemente
Mis sueños volverán a tu cabeza
Nuestros momentos acariciaran tu mente

Y esa serpiente que te estrujará lentamente
Te inyectará aquel veneno letal
Ninguna palabra más pronunciará tu boca
Tu cuerpo no pertenecerá a nadie más
   
Voy a enterrar tu insuficiencia
En lo profundo de mi jardín
Traté de ser paciente, ¡lo juro!
Para no verte partir

No puedo hablar  ni escuchar más
No eres nada
Comencemos a arder
Comencemos a desaparecer

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